Me siento agradecido... ¿qué diferencia habría en decirlo en voz alta o en escribirlo?
Resulta que ser más intencionado a la hora de reconocer la gratitud en tu vida puede cambiar tu cerebro, creando un impacto positivo en tu bienestar mental y físico. Ser agradecido puede hacerte más feliz.
Empezar a practicar la gratitud a diario puede ser un poco incómodo. Es posible que te encuentres con la mirada perdida en una página, que te sientas tonto por las pequeñas cosas que agradeces o que te resulte imposible pensar en algo. Estos consejos deberían ayudarte.
Cómo Empezar una Práctica de Gratitud
La buena noticia es que no hay una forma correcta o incorrecta de hacerlo. Puedes simplemente crear un hábito para que forme parte de tu rutina diaria. Por ejemplo, "Cada noche, mientras me cepillo los dientes, pensaré en tres cosas por las que estoy agradecido".
También puedes crear un documento en tu teléfono en el que anotes algo cada mañana al levantarte. O puedes probar con un diario o cuaderno dedicado a la gratitud.
Entiende Cómo Funciona
Soy el tipo de persona que necesita entender cómo funciona algo antes de comprometerse. Una vez que entiendo el cómo y el por qué, es mucho más probable que lo convierta en un hábito.
Los investigadores han observado que las personas que practican la gratitud tienen una mayor activación en el córtex prefrontal medial. Es un descubrimiento sorprendente que sugiere que la gratitud puede tener un efecto duradero en el cerebro, entrenando potencialmente al cerebro para que sea más sensible a la gratitud en el futuro, lo que esencialmente puede hacernos más felices y más sanos con el tiempo.
Llevar un diario de gratitud provoca menos estrés, mejora la calidad del sueño y crea conciencia emocional. La gratitud está positivamente correlacionada con más vitalidad, energía y entusiasmo para trabajar más. (Seligman, Steen, Park y Peterson, 2005).
Así que, esencialmente, si te acostumbras a ser consciente de las cosas buenas de tu vida y las escribes cada día como algo por lo que estás agradecido, de repente empezarás a ver las cosas buenas en todas partes. Prestarás atención a las cosas buenas -incluso si son pequeñas o fugaces- en lugar de detenerte en las cosas malas o difíciles.
Qué Escribir
Si te encuentras pensando "no tengo ni idea de qué escribiría", probablemente sea más bien porque ya te sientes agradecido por todo, más que si no tuvieras nada que agradecer. Pero sentirse generalmente agradecido por todo es parte del problema. La idea de una práctica de gratitud es llevar la conciencia a las cosas específicas por las que te sientes agradecido para que seas más consciente de ellas en tu vida diaria. Para ayudar a que estas cosas salgan a la superficie, puedes probar estos consejos:
-Mantén la sencillez.
Tu entrada de agradecimiento no tiene por qué ser siempre compleja. Está perfectamente bien sentirse agradecido por cosas sencillas o incluso tontas. "Estoy agradecido por la ventana que hay junto a mi escritorio".
Haz una lista. A veces te obsesionas con las palabras, así que intenta ceñirte a una lista sencilla. "La luz del sol" "Mi gato" "Mi cama caliente".
-Se tan específico como puedas.
Lo simple está bien, pero también puede resultar repetitivo. En lugar de limitarte a decir que estás "agradecido por mi pareja", profundiza en lo que haces o has hecho exactamente que te hace estar agradecido, de modo que captes más detalles sobre las cosas del día a día que te hacen estar agradecido. "Estoy agradecido por una pareja atenta que conoce mi bocadillo favorito en la noche de cine".
-Revisa la situación.
Los días en los que me cuesta mucho pensar en algo, reflexiono sobre los obstáculos o retos del día, porque en ellos suele haber algo que agradecer. O tal vez has tenido un día terrible y te cuesta encontrar algo bueno en él. Piensa en ese reto o esa dificultad que te ha ocurrido y agradece cómo lo has superado o simplemente que hayas sobrevivido. "Estoy agradecido por mi capacidad de escuchar y mantener la calma cuando estoy frustrado o me siento derrotado".
-Estar presente.
Si todavía te encuentras mirando una página en blanco sin nada que escribir, intenta darte 30 segundos para estar realmente presente y absorber tu entorno. ¿Qué es lo que te reconforta o alegra en este momento? ¿Qué podrías cambiar de tu entorno actual para estar más agradecido? Quizás acercarte a esa ventana soleada o encender una vela.
Ya conoces el lema: Más Acción, Menos Blablabla.
Ivette
Source: https://www.wellset.co/blog/mental-health-benefits-of-a-daily-gratitude-practice
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